Humanidades e empresas
La formación en Humanidades cotiza al alza en las
grandes empresas
Historiadores, filósofos o músicos...Son
las carreras de algunos de los directivos más exitosos y los perfiles que las
empresas tecnológicas demandan
José Ángel Sánchez, director del Real Madrid es licenciado en Filosofía y
Letras por la Universidad Complutense de Madrid
Si piensa que estudiaron Administración y
Dirección de Empresas, Derecho, Finanzas o Ingeniería para poder llegar a la
cima, se equivoca. Se formaron en carreras humanísticas. Sí, esas que se han
ganado la injusta fama de llevar directamente al paro o que están pasadas de
moda. Las cifras parecen constatar estas teorías. Los últimos datos del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ponen
en primer lugar en empleabilidad a las ingenierías y en el último, a las
humanidades.
Pero la realidad a veces desafía a los
números. Carly Fiorina, exdirectora ejecutiva de Hewlett-Packard estudió Historia
Medieval y Filosofía; Susan Wojcicki, actual
directora ejecutiva de YouTube estudió Historia y Literatura; Peter
Thiel, fundador de Paypal, es filósofo y Frederic
Mazzela, fundador de BlaBlaCar, es músico.
Se podría especular con que esta formación
no fue precisamente lo que les dio un nombre en las empresas más importantes
del mundo, pero, aún así, las carreras humanísticas, lejos de ser un residuo,
están siendo demandadas para las empresas, sobre todo las tecnológicas. «Estamos ante un mundo más global, que hace que competencias como la
tolerancia, la empatía, la creatividad, la
capacidad de resolución de conflictos o el pensamiento crítico sean muy
importantes para las compañías. Estas competencias las tienen más desarrolladas
los estudiantes de Humanidades que los técnicos, científicos o matemáticos»,
asegura Carlos Martínez, presidente de IMF Business School.
Parece, a priori, que esta tendencia
contradice las advertencias que el año pasado hacía la comisaria europea de
empleo, Marianne Thyssen, acerca de las dificultades de las empresas para encontrar
trabajadores con el perfil adecuado. «Setenta millones de europeos
carecen de las habilidades adecuadas y ya no digamos en el mundo
digital. Eso les deja en riesgo de desempleo, pobreza y exclusión social»,
alertaba. En España, los empresarios españoles manifestaron su preocupación por
la brecha entre la oferta de los nuevos empleos digitales y el perfil de los
recién licenciados.
«Abiertos de mente»
Sin embargo, lejos de haber
contradicciones, ambos fenómenos se están dando a la vez. Las empresas
reconocen que necesitan perfiles técnicos pero no por ello dejan de reclamar a
los «humanistas». Aunque también hay que aclarar
que la importancia de este tipo formación no se otorga por igual en todos los
países: no ha llegado a España pero sí es una apuesta en los países
anglosajones. Google, IBM o Microsoft se llevan a Silicon Valley a psicólogos,
artistas, músicos, lingüistas, historiadores y filósofos. «La era digital está reconfigurando el
mercado laboral y somos testigos de un déficit de profesionales cualificados para cubrir puestos tecnológicos, pero para llevar esta a los
clientes necesitamos personas con diferentes puntos de vista, capacidades y
conocimientos, no solo tecnológicos, también especialistas en Filosofía
o Arte, abiertos de mente, con razonamiento lógico y capacidad de innovación, capaces de ir más allá en el análisis de, por ejemplo,
cuestiones éticas relacionadas con la Inteligencia Artificial. Estamos
incorporando perfiles humanísticos (antropólogos, psicólogos, ilustradores,
diseñadores...) en equipos multidisciplinares que, por ejemplo, trabajan para
mejorar la experiencia de usuario a la hora de usar nuestro software en todo
tipo de dispositivos», asegura Luisa Izquierdo, directora de recursos humanos
de Microsoft Ibérica.
Peter Thiel es fundador de PayPal y
filósofo
Esta tendencia no es una novedad, por lo
menos para empresas como Google. «Hace más de
seis años que llevamos incorporando en la plantilla perfiles que vienen de las
Humanidades y las Artes. Es
necesario para el desarrollo de nuestros productos e innovaciones contar con profesionales
de todas la áreas. Por ejemplo, para construir las interfaces de los productos
es más importante tener conocimiento sobre cómo observar y comprender a las
personas, que las competencias técnicas. La idea final es que el producto sea
el más completo y, para ello, son necesarias personas con puntos de vista y
conocimientos distintos que aporten lo mejor de sí mismos», señala Anaïs Pérez
Figuera, directora de comunicación de Google España y Portugal.
Gonzalo Mendoza,
fundador de la Escuela de Filosofía de Madrid asegura que los estudios de
Filosofía «favorecen el razonamiento abstracto, permiten pensar con
profundidad, educan en la capacidad de diálogo, generan una sensibilidad ética
especial y dan lugar a un pensamiento a medio y largo plazo, que es bueno para
las empresas». A su juicio, este tipo de formación no es exclusiva para altos
cargos, «vale para cualquier empresa y puesto, aunque en España aún no se ha
pensado en esto», lamenta.
Susan Wojcicki es CEO de YouTube y
licenciada en Historia
Cuando la Confederación
Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) presentó hace pocas semanas el «Libro Blanco de los
empresarios españoles» pidieron más protagonismo en el sistema educativo para,
entre otras cosas, potenciar «las enseñanzas STEM, es decir, Ciencias,
Tecnología, Ingeniería... que es donde hay déficit, ya que los
alumnos se decantan por las Humanidades, Ciencias Sociales, etc.», señaló,
preocupado, Jesús Núñez, presidente de la Comisión de
Educación y Gestión del Conocimiento de la CEOE. «No estoy de acuerdo con este
planteamiento, que, de alguna forma, refleja cómo está el ámbito empresarial en
España. Los problemas de innovación, de planificación a medio y largo plazo y
de competitividad no existirían si se le diera más valor a la formación
filosófica», concluye Mendoza.
No se puede comprobar si su formación
filosófica influyó en su capacidad para negociar los fichajes más caros de la
historia (Ronaldo, Modric o Benzema), pero la realidad es que si alguien tiene
que poner en práctica la visión largoplacista o la capacidad de diálogo es José Ángel Sánchez, director general del Real
Madrid. Este segoviano se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad
Complutense de Madrid.
Formarse como persona
«La formación en Filosofía es extraordinaria. La idea
es aprender algo que te forme como persona», asegura Luis Martín Cabiedes,
fundador de Cabiedes & Partners, uno de los fondos de capital riesgo más exitosos de España.
Cabiedes es otra excepción española que entendió, como los anglosajones, que
los humanistas «son necesarios en las empresas, porque cuando todo está tan
tecnificado es necesario pensar "fuera de la caja" y tener una visión
distinta».
Frederic Mazzella, fundador de BlaBlaCar
es músico
Cabiedes asegura que no hay que pensar en
la universidad como una puerta hacia el empleo, sino al conocimiento. «A la
velocidad que vamos cualquier título se va quedando obsoleto. ¿De qué les sirve
la carrera a los que hicieron Marketing online antes de que apareciera
Facebook?». Pero aclara: «No se trata
de que todo el mundo se lance a estudiar Humanidades, pero
no hay que olvidar que en las entrevistas importa mucho más conocer a la
persona que tienes enfrente. Las competencias técnicas se adquirirán en el
camino».
Lola
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